No olvides cada uno de los momentos los cuales has padecido, sobre todo atesora en tu corazón ese sentimiento de paz y de resplandor. Ese momento del día en el que sales satisfecho de poder ser alguien. No olvides esos momentos de quietud en los cuales pudiste haber pensado que no importaba todo lo demás solo eras tu y El, lo demás no importaba, ni interesaba. Él ha sido tan bueno y siempre espera con los brazos abiertos. ¿Porque tiene que ser tu corazón tan duro y necio? ¿Porque cada vez que sientes dolor en tu corazón olvidas ese sentimiento por algo pasajero?
No importa el tiempo que pasé, al final todo es relativo, me veo al espejo y encuentro que por dentro soy el mismo, pero por fuera no reconozco a aquel que ve con una mirada de temor y rareza a un desconocido que se tumba en su cama noche tras noche con las manos vacías, sin cansancio ni dolor, que puede descansar en Paz.
Sé que no siempre permaneceré en esta postura postrado ante el techo sin saber que el tiempo es lo más valioso que alguien puede obtener, que no importa lo que esas manos tengan, nada será suficiente.
Cuando volteo mi mirada a la pared y estiro mi mano la siento fría, rasposa, con bordes indefinidos y pongo la palma sobre ella percibo cada sensación con mi mente y recuerdo ese momento de realidad, de saber que SOY y que SERÉ que NADA perdurara más que el recuerdo de lo que fui y de quien pude SER.
Tú estás ahí y sabes que no puedo escapar, pero DUDO y mucho... TENGO MIEDO y mucho... ME RINDO FACILMENTE y mucho... pero ME LEVANTO y muchas veces lo HE HECHO y lo seguiré haciendo sobre todo porque SÉ que NO ESTOY SOLO.
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