Extrañar a alguien

Lo pienso, lo pienso y lo vuelvo a pensar. "¿Realmente porque extrañamos a las personas?" Puede ser que extrañemos como nos hacen sentir, o tal vez simplemente es que estamos destinados a estar con esas personas y al romper o alargar esa conexión nos hace sentir vacíos. La familia, los amigos, la pareja, todos ellos llegan a marcar nuestra vida en algún momento. Me pregunto si estuviera en una isla desierta " ¿a quién extrañaría más?" Durante el transcurso de la vida me he llegado a sentir en una isla desierta y la verdad es que no llego a extrañar a nadie, mientras me mantenga ocupado. Pero llegan esos momentos en los que no encuentras otra cosa que hacer, más que pensar en alguien. Y tu mente se revuelca en los pensamientos acerca de esa persona. Piensas, piensas, y piensas acerca de aquella persona. Sobre los momentos que pasaron juntos y sobre cómo te sentías en esos momentos. Lo cierto es que no extrañas a esa persona sino extrañas la forma en la que TU te sentías. Te podrías haber sentido feliz y enamorado, o simplemente protegido y seguro. Cuando estabas con esa persona no había nada, absolutamente nada que te impidiera el ser feliz. Y llego el momento en el cual dos personas que por mucho tiempo se mantuvieron unidas, deciden separarse. Debido a problemas, orgullo, o simplemente alguna idea de que ya no eres feliz con esa persona. Si te pones a pensar objetivamente, te darás cuenta de que estamos rodeados de millones de personas y que nos separamos por decisión propia. Creamos y construimos barreras que nos apartan de otra gente, debido al miedo que puede existir de cohabitar con alguien que no conoces. Tu cuarto, tu casa, tu colonia, tu ciudad, todo esto te aparta y te limita a un solo espacio en tu mente. Sabiendo que perteneces a algún lugar. Así eres feliz, no importando que no haya nadie a tu lado. Mientras hagas lo que te gusta o pienses y sientas cosas agradables, sabes que no debes de depender de nadie. Pero es inevitable, los humanos estamos diseñados para ser personas sociales. Al fin y al cabo, necesitamos estar con alguien. Aun si estuviéramos en una isla desierta, la realidad es que en nuestra mente imaginaríamos estar con alguien o hablaríamos con cualquier cosa a nuestro al rededor, hasta podríamos llegar al borde de la locura.
El extrañar a alguien nos humaniza y nos vuelve humildes, sabiendo que nuestros sueños y metas no los podremos logar solos. La soledad es simplemente una compañera que hay que saber aprovechar para conocerse a uno mismo...