En la oscuridad te sientes acechado y atrapado, no encuentras la salida y buscas una luz que te muestre el camino de vuelta y llega el momento en el que te das cuenta que la única opción no es volver sino ir hacia adelante, hacia lo desconocido.
Cuando intentas encontrar la solución a un problema suele pasar que piensas que es bueno buscar entre las primeras opciones y después de indagar y rebuscar te das cuenta que cada una de las anteriores ideas fueron un callejón sin salida. Es en ese momento donde piensas y decides preguntarte, ¿es orgullo no seguir buscando? o tal vez sea lo correcto no mirar atrás.
¿Cómo se puede diferenciar entre una cosa y la otra?
Oscuridad, reflejo de lo que fue y lo que jamás sera, se corrompe el silencio con una idea llena de esperanza. Pero entre más te adentras más te gusta, te das cuenta que el simple hecho de no pensar en nada es paz.
El desorden es consecuencia de lo que fue alguna vez ordenado, el llanto de las risas, el dolor de la calma. En ese instante te das cuenta que el final siempre sera lo inevitable, por eso disfruta lo temporal, lo pasajero sera tu único consuelo, el hoy puede ser lo que el futuro NUNCA será.
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