Pareciera ser que olvidamos que somos finitos y que la vida termina. Todas las experiencias, vivencias, tanto buenas como malas llegan a formar el destino de nuestra humanidad. No podemos esperar que la vida surja en un momento y en otro momento acabe sin razón o motivo alguno. A algunos los que los mueve es el amor, a otros la venganza y a muchos más la avaricia. Quisiera poder decir que fue fácil reencontrarme pero lo cierto es que probablemente nunca he sabido quien soy. El Yo es alguien que parece lejano y distante, mi deseo se basa en experiencias ajenas a mi.
Cuando cierro los ojos lo único que observo es la vida de otras personas, no me detengo a pensar en mi, es tan difícil poder pensar en mí.
Muchas veces el dolor pareciera no ser suficiente y pareciera que tomas un placer cuando lo vuelves a saborear, ese dolor que quema y que te hace llorar, un dolor que pareciera no dejar de existir y que a pesar de no querer sentirlo se envuelve en tu ser y se transforma en un dolor necesario para poder entender.
¿Es realmente necesario entender ? Cada quien vive su vida a su manera y no hay un absoluto para saber que es lo correcto, para el malo hacer mal esta bien y para el bueno hacer el mal si se justifica puede estar bien. Todo se vuelve tan subjetivo y vació de significado.
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